Verónica Cervera
Empecé en el mundo de los blogs
con Evidencias Cubanas, un espacio
creado para denunciar la falta de libertad de movimiento de los cubanos y cómo
el gobierno cubano nos obliga a pedirle un permiso para salir de la isla o
regresar a ella. Había un espacio vacío
en la blogosfera cubana, precisamente sobre uno de los problemas más graves que
nos afectan: la separación familiar. Aparte, por supuesto, de los altos costos
de los trámites, de tener que regresar a nuestro país con un pasaporte cubano y
de cómo tenemos que “alquilarle” al gobierno nuestros familiares cuando nos
visitan en el exterior.
Empecé el blog cuando Obama eliminó
las medidas que Bush implementara durante su mandato, las cuales limitaban los
viajes a Cuba de los cubanos residentes en Estados Unidos a una vez cada tres
años, y reducían el monto de los envíos de dinero a la isla. En ese momento muchos
me decían: “ahora si puedes ir a Cuba”. Y
no eran sólo los no-cubanos, sino también algunos compatriotas que al parecer
no entendían que, de todos modos, tenían que seguir pidiendo permiso para
entrar. O sea, sus pasaportes tenían que estar “habilitados”.
En mi familia le habían
denegado la entrada a Cuba a mi esposo y mi madre. Además, conocía a mucha
gente en esa situación, sobre todo médicos. En el blog quería publicar pruebas
de todas estas violaciones del gobierno cubano. Desde evidencias documentales
(timbres de habilitación de pasaportes o de deportación) hasta las historias de
quienes han arriesgado su vida para salir del país. Yo creía que podía ayudar a
mucha gente, pero según pasaba el tiempo me convencía de que existía un miedo
generalizado por parte de muchos para contar su historia, ya fuera porque
querían regresar a encontrarse con su familia en Cuba, o porque estaban
esperando la salida de la isla de un ser querido que habían dejado atrás. Conozco
a muchas personas que, en el entorno familiar, habla mal del gobierno cubano,
pero se metería hasta el fondo del Versailles si un día en la ventanita del
café llega un enviado de cualquier canal de televisión a preguntar sobre Cuba.
Fui conociendo a mucha gente
que sufría de algún modo la separación familiar y cada anécdota se convertía en
una carga emocional para mí. Me contaban sus historias, de cómo llevaban no sé
cuántos años sin ver a su familia, de que a sus hijos no los habían dejado
entrar a la universidad o los habían expulsado, de los maltratos durante los
actos de repudio de 1980. Me involucré en muchas historias que llegaron a ser
publicadas y en otras muchas que no llegaron a publicarse porque los
protagonistas temían represalias por parte del gobierno cubano.
Uno de los casos que más
recuerdo fue uno con final feliz. Edgard López tenía visa para entrar a EEUU
pero el gobierno cubano no le otorgaba el permiso de salida porque era
disidente. Este chico se declaró en huelga de hambre, exigiendo su derecho a
viajar libremente. Me enteré de ello con Claudia Cadelo. Enseguida organicé una
recogida de firmas y contacté con algunos medios para que me entrevistaran a mí
o a Edgard o a su familia. Tuvo bastante impacto. Amnistía Internacional creó
una campaña a su favor. Se reunieron firmas dentro y fuera de Cuba. La policía
política bloqueó la cuadra en la que vivía Edgard, pero al final salió y pudo
reunirse con su familia.
Curiosamente, en los últimos
meses, el gobierno cubano viene hablando de una reforma profunda del sistema
migratorio, pero no tengo esperanzas de que lleguen hasta el final pues el
engranaje del chantaje les funciona bastante bien y los ingresos que reciben de
los trámites migratorios suman unos cuantos millones.
Evidencias comenzó en marzo de 2009; pero un año después comencé a
colaborar con #OZT Yo acuso al gobiernocubano y a descuidar bastante el blog. Ya para entonces había diversificado
los temas de Evidencias, incluyendo post
relacionados con la aduana cubana y las agencias de viaje, con los trámites que
se tienen que acatar, con las actividades que organizan los consulados cubanos,
con las colaboraciones con una comisión que iba a denunciar en la ONU violaciones
concretas de nuestro derecho a viajar, con las explicaciones de cómo perdíamos
todo cuando salíamos del país. Y hasta conté la historia de cómo me fugué de la
isla en un barco. Los caminos se iban cerrando y sólo muy pocas evidencias de
la violación del artículo 13.2 de la declaración de Derechos Humanos llegaban a
ser publicadas. Aunque con la muerte de Orlando Zapata Tamayo y el lanzamiento
de la campaña #OZT, mucha gente salió del closet del silencio, en general, el
mecanismo de permisos de entrada y de salida sigue funcionando como chantaje
del gobierno y aún fuera de la isla, muchos temen expresarse libremente sobre
la situación cubana. De hecho, algunos conocidos ni siquiera se atrevían a
entrar en Evidencias. El blog # OZT nos
llevaba a todos horas y horas de trabajo, noches sin dormir. Era un trabajo voluntario
en nuestras horas libres y también tenía una fuerte carga emocional. La campaña
duró casi un año. Yo publicaba cada vez menos en Evidencias. Incluso cuando comenzó el exilio forzado para los
presos de la Primavera Negra, no tuve tiempo de publicar nada en el blog sobre
el tema.
Por otro lado, yo siempre
estaba compartiendo en Facebook fotos de las comidas que hacía en casa o de la
de los restaurantes a los que iba. Muchos amigos me pedían las recetas. Así que
un día decidí abrir un blog de cocina con los platos que preparaba en casa;
fueran recetas mías, de mi familia, de mis amigas, o tomadas de la red o de un
libro de cocina. Me encantaba la idea de crear un espacio de comunión. La
comida casi siempre es motivo de alegría y reunión, todo lo contrario de los
temas que me habían ocupado como bloguera hasta entonces. Me costó buscar el
nombre y siempre pienso que debería haber escogido uno más corto y pegajoso,
que no tuviera que andar explicando por ahí. Pero al final, por joder, le puse Cocina al minuto con comida.
Para los que no lo conocen, Cocina al minuto era un programa que
surgió en la década del cincuenta en la televisión cubana. Su presentadora,
Nitza Villapoll, hacía platos maravillosos, pero después de la revolución la
escasez de alimentos fue en aumento, y ya en el Periodo Especial, a inicios de
los noventa, las recetas del mediodía del domingo, horario en que se transmitía
el programa, podían ser dulce de “coco de zanahoria” o bistec de cáscara de toronja.
Nada, que me pareció “subversivo”
nombrar así mi nuevo blog, que nació en julio del 2011. Comencé publicando
recetas con fotos de baja resolución, tomadas con un iPhone 3; pero con el
tiempo he tratado de mejorar la calidad de las fotos para hacer más atractivas
las recetas. A raíz del blog ha surgido un grupo de amantes de la cocina que cada
mes preparamos platos de un país diferente. Este blog, como los anteriores, lo
escribo en mi tiempo libre.
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*Versión de la presentación en el panel
Ciberactivismo
y cultura en las relaciones entre la sociedad civil y la diáspora en el evento Cuba por fuera / Cuba Inside Out.
Hola gracias por pasar por ya tu blog.
ReplyDeleteTe deseo feliz Navidad y prospero año nuevo.
Besos.